Esta semana hemos podido leer en varios medios especializados en economía los vaticinios del presidente del BBVA, Francisco González, sobre los empleos del futuro. Estas declaraciones se recogieron en el encuentro anual del Comité Asesor Internacional de la Autoridad Monetaria de Singapur.
Coincidimos con González en que habrá nuevos empleos que hoy no podemos ni imaginar. Los robots, la inteligencia artificial o el big data sustituirán algunos puestos, pero se creerán otros mejores, muchos empleos serán más productivos y sus salarios más elevados.
Según el presidente del BBVA, “lo esencial es gestionar el cambio, proteger a las personas y no los puestos de trabajo que queden obsoletos o las estructuras que impidan el progreso. La inversión en capital humano, la gestión del talento, las políticas activas de empleo y la visión a largo plazo van a ser esenciales en este proceso”.
González nos traslada la visión de la transformación tecnológica y digital como una oportunidad extraordinaria que debe ir acompañada de una gestión activa de los cambios que garantice la igualdad de oportunidades y la traslación a toda la sociedad de sus enormes beneficios, ventajas y posibilidades. Este panorama futuro o ya presente, genera una demanda insatisfecha de perfiles técnicos que deberemos crear con formación y escuchando las necesidades del sector privado.
Las sociedades más digitalizadas -como los países nórdicos- o economías con mayor intensidad en el uso de robots -como Japón o el propio Singapur- tienen unas tasas de paro muy bajas, destacó también el presidente del BBVA.
La transformación tecnológica ofrece tales ventajas que es imparable. Lo vivimos en nuestro día a día: nuevas aplicaciones informáticas, nuevos productos altamente tecnológicos, etc.
¿Estamos preparados para dejar atrás empleos improductivos que no aportan valor y asumir los retos de esta transformación tecnológica?
En Hemendik pensamos que sí. La empresa vasca siempre ha destacado por la audacia, la valentía y la capacidad de aprendizaje de sus emprendedores. Ahora estamos ante un cambio continuo para el que tenemos que estar preparados incluso para aquello que no podemos ni imaginar.